SÉ TÚ LA DIFERENCIA

Hace dos semanas atrás estuve en Viña Del Mar, y como siempre, aproveche de pasar a una librería cristiana, con el único fin de comprarme un libro. Busque algunos títulos (durante varios y varios minutos), cuando veo un titulo que me llamo la atención, “SÉ TÚ LA DIFERENCIA”, luego lo abro y leo un poco, y me doy cuenta que el libro lo había escrito… ¡un chico de 15 años llamado Zach Hunter!, eso si que fue una sorpresa no esperada, así que lo compre y me lo lleve a casa.


Ya han pasado dos semanas desde que compre el libro, y debo decirles que ya lo eh leído dos veces, pero la razón por la que estoy escribiendo ahora no es para decirles esto. Lo que quiero comentarles es sobre el contenido del libro, lo que descubrí leyéndolo. Antes de irnos de lleno, te invito a que pienses en esto… mientras tú estás leyendo, en algún lugar del mundo hay un esclavo. ¡SI, AUNQUE NO LO CREAS!, puede parecerte una broma, o que el concepto de “esclavitud” es algo que quedo en el pasado, pero lamentablemente, ocurre todo lo contrario. En su libro “Se Tu La Diferencia”, Zach muestra con datos estadísticos actuales, que la esclavitud aun existe, todos estos datos realmente me estremecieron. Y lo que es aun peor, los datos muestran que la esclavitud es mucho mayor hoy (siglo XXI), que hace dos o tres siglo atrás.

Esto me llama la atención, porque, que estamos haciendo los cristianos, ¡donde están los hijos de Dios!, en proverbios Dios inspiro a la madre de un rey llamado Lemuel, con un dicho que dice:

Habla a favor de los que no pueden hablar por sí mismos; garantiza justicia para todos los abatidos. Sí, habla a favor de los pobres e indefensos, y asegúrate de que se les haga justicia. Proverbios 31:8-9 (NTV)

Estas palabras me clavaron profundamente en mi corazón, y me hicieron pensar en las cosas que eh hecho por Jesús, a favor de los abatidos, los que no son escuchados, los que no tienen voz (espero que contigo haya pasado lo mismo en estos últimos minutos) Realmente amigos quiero invitarlos a orar por las personas que están sufriendo, por las personas que viven en las calles, por los esposos y esposas que sufren del maltrato familiar, por los que no tienen que comer, por los que son esclavos, los niños y niñas que son explotados en el comercio infantil, los jóvenes que son esclavos de las drogas y el alcohol, en fin… debemos orar, y si tenemos la oportunidad de ayudar, ¡hagámoslo! A veces, estas cosas se pueden presentar en tu ciudad, o incluso en la casa de al lado. Más adelante, les iré contando mas sobre lo que es la esclavitud moderna, este concepto que realmente me está conmoviendo y pensar mucho.

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